Utrera, además, ha sabido conservar el cante por Soleá y asentar un personal compás por Bulerias, cantiñas que le diferencia con el de otras zonas de Andalucía. Todo lo anterior no es más que la aportación ineludible que este pueblo sevillano ha realizado al flamenco más universal.
El flamenco ha sido y es, por derecho propio, la banda sonora de muchas vidas, de muchos pueblos, de nuestro pasado y de nuestro presente, que hoy compartimos con la humanidad. Los lamentos, esperanzas, penas y alegrías que el flamenco lanza al aire, generan un gran terremoto de sentimientos, estando uno de sus epicentros en Utrera.
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